domingo, 14 de noviembre de 2010

El drama de un ex ligamayorista

TAMPA , Fla. -- María Del Pilar Alomar -- o Maripily, como se le conoce a la voluptuosa modelo en Puerto Rico -- no está teniendo un buen día. Es coqueta y puede ser el centro de atención un minuto, pero estar al borde de las lágrimas y colapsada al siguiente.

Ella acaba de salir de un tribunal en el centro de la ciudad, pero no sin detener su paso cuidadosamente montada en tacones de seis pulgadas para platicar cálidamente con un grupo de reporteros latinos y camarógrafos de su isla. Ella está preocupada por la disputa legal con su esposo separado, el estelar ex intermedista Roberto Alomar, la que le afecta los nervios mientras otra audiencia finaliza sin llegar a un acuerdo mutuo.

La fea riña estalló a principios de agosto cuando, apenas un año después que la pareja contrajo matrimonio, Maripily obtuvo una orden de protección provisional por violencia doméstica contra Alomar, bajo alegación de que había sido víctima de tres incidentes separados de violencia doméstica desde la primavera, acusando a Alomar de empujarla y de amenazarla con un cuchillo. Alomar, quien negó las alegaciones de su esposa en corte, contraatacó al interponer una demanda de divorcio unos días más tarde por la causal de que su matrimonio está "irreparablemente roto", alegando que Maripily lo había amenazado previamente con divorcio a menos que él la hiciera codueña de un domicilio en Tampa de 18.000 pies cuadrados a nombre de él.

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